De puntillas, casi sin avisar, llegó allá por 1900 y pico Luis López Echeto a nuestras islas. Procedente de su Jaca natal, y de paso hacia Las Américas, enamorado de la ciudad y de la isla, eligió quedarse para renovar la tradición pastelera de Canarias, de Tenerife y, en particular, de La Laguna.

El saber hacer y el amor por su profesión traída desde su tierra natal labraron las bases de esta pastelería que 82 años más tarde continúa endulzando los paladares de muchos chicharrer@s.

Sus premios en Milán en 1979 y 1982, las diversas Medallas de Oro y Plata en los distintos Congresos Nacionales de Pastelería, su elección para atender las recepciones en las visitas de don Juan Carlos y doña Sofía a las islas, y un largo etcétera de momentos memorables testimonian el trabajo bien hecho de nuestro abuelo.

Este “Poeta del Azúcar”, como muchos lo bautizaron en su día, fue capaz de inculcar tanto su oficio como sus secretillos profesionales a sus tres hijos para que éstos fueran capaces de hacerlos perdurar en el tiempo.

Por ello, y ya con sus nietos a la cabeza de la empresa, en lo que es una tercera generación de pasteleros artesanos, el Grupo López Echeto sigue manteniéndose a día de hoy en la cima de la tradición pastelera de las islas.

Su secreto no ha sido otro que la combinación de materias primas de primera calidad, métodos y recetas tradicionales con el trabajo y esfuerzo de una familia de pasteleros que, a día de hoy y bajo los consejos del que antaño fuese su maestro, nuestro abuelo, han dedicado toda una vida a mantener un producto artesanal que es una tentación para cualquier paladar.